El proyecto de reforma quiere dar una nueva vida a una casa unifamiliar del barrio de Horta para una familia compuesta por una pareja y su niña de dos años. El proyecto se ha elaborado con  mucha interacción con la familia y a base de detalladas informaciones previas y distintas propuestas de reforma. La casa se ha construido al final de los años 50 y se ha ido ampliando en el tiempo. Consta de tres plantas. A la planta baja, a uso garaje, se tiene acceso directo de la calle y desde la calle lateral, escalonada, se accede a la zona de salón y cocina, en planta primera. En la segunda planta hay 3 habitaciones y un baño.

La intervención se centra principalmente en la planta primera, donde se eliminan todas las particiones para crear un gran ambiente con cocina abierta. Además se accede, desde el espacio de conexión entre garaje y zona comedor a un nuevo pequeño baño que aprovecha al máximo el espacio para poder ubicar un inodoro, una pica y una ducha.

El espacio está pensado para ser de lo más flexible. La cocina, en L, tiene una barra que cierra el espacio realizada con una tabla de madera y un caballete para que se pueda desplazar según necesidad hasta convertirse en una mesa para 8-10 personas.

La intención es potenciar la conexión con el exterior y por esto se abre una nueva ventana, con vista al Tibidabo, y se convierten tres de las ventanas existentes en balconeras.

En el sótano nos ocupamos básicamente de reforzar unas vigas en mal estado y un forjado inseguro y en la segunda planta se modifica la geometría del baño para permitir la colocación de una bañera y aprovechar mejor el espacio.

Mucha atención se está dedicando a la sostenibilidad, a la eficiencia energética y a la geobiología.

Se sustituyen todas las ventanas por modelos de alta eficiencia, se asilan todas las paredes exteriores con celulosa insuflada en la cámara de aire, en caso de las fachadas y en falso techo, y con paneles aislantes ecológicos procedentes del reciclaje en medianeras y techos inclinados.

Se ponen calefacción con caldera de condensación y paneles solares. La instalación eléctrica es apantallada y se pondrá una pintura apantallante para las zonas sujetas, según el estudio de geobiología, a radiaciones electromagnéticas.

Se instala un sistema de electroósmosis, un dispositivo electrónico capaz de invertir la polaridad para conseguir que el agua descenda en vez de ascender y conseguir que la humedad por capilaridad desaparezca.,

Además se realiza una solera ventilada en la porción del salón en contacto con el terreno.

Se pone especial interés en la utilización de materiales ecológicos gracias al asesoramiento de la empresa constructora especializada Bioclimateam.

La obra está actualmente en fase de terminación.